Hoy te voy a enseñar un juego: Se puede decir que no tiene reglas, un juego en el que todo vale. Pero como en todo, cada hecho se juzga. Es un juego de dos participantes, si hay más se considera traición.El juego se inicia nadie sabe cómo, & una vez empezado es como jugar con fuego, te podes quemar; & aunque el fuego no te toque mucho, siempre deja una marca.Debo advertir, que una vez empezado no se puede terminar, & que tiene percusiones tanto en el afuera como en tú interior.Pasando niveles, descubrís que se convierte en tú vida.& ahí esta la clave;sí te olvidas que es un juego: ¡game over! El juego no se trata de competir, ni se busca un ganador, se debe a esto la dificultad del juego.Debe haber un equilibrio entre los jugadores; es decir los dos tienen que dar igual, encontrarse en el mismo nivel, & estar conectados en sentimientos, entre otros.El juego se considera victorioso si ninguno de los participantes termina lastimado emocionalmente. Esto se puede dar si uno de los jugadores se encuentra jugando & el otro no se encuentra afectado por el juego, pero si por los sentimientos; en este caso el participante ENAMORADO,quien no sabe de estrategias, tácticas, maniobras, habilidades, pericias, quien solo se guía por los sentimientos & su único objetivo de "juego" es hacer feliz al otro participante, termina herido & con una huella imborrable que solo el tiempo puede llegar a curar. & es cuando el "jugador" toma ventaja del participante enamorado, el cual no razona & se encuentra además de controlado por sus sentimientos, por la otra persona que se encuentra en el juego, del que no sabe que forma parte. Este juego no tiene un punto de salida ni un punto de llegada. Se construye de vivencias, & perdura en la memoria. No tiene reglas ni dados, sin embargo avanzas & muchas veces retrocedes. Debo confesar que este puede resultar perfecto & hacer de tu vida una maravilla, pero solo si los dos participantes se encuentran enamorados; entonces ya no es juego & se denomina: "amor"